Un libro sobre cómo nos hablamos habitualmente, por qué a menudo somos ineficaces en la comunicación y qué hacer para llevarnos bien en la familia.

Como un director de cine, el autor sigue el curso de los acontecimientos familiares cotidianos, que a menudo se convierten en pequeños dramas, discusiones sin sentido, frustraciones y nervios. De repente ella grita "STOP" y analiza lo que realmente pasó. Gracias a esto, podemos observar nuestros propios comportamientos y mensajes, descubrir las necesidades reales y rastrear los puntos en los que surgen conflictos y malentendidos.

El libro está escrito en un lenguaje sencillo, porque la comunicación en la familia debe ser sencilla. En lugar de fingir, esperar y evitar, es mejor aprender a tener claros sus sentimientos y necesidades. Es importante poder verlos también en los demás.